Jacinto Caracolí, viejo pescador de langostas, encuentra su fortuna y la de sus nietos en el fondo del mar. Pero para realizar sus sueños, Ramón y Rosalba de las Alas Caracolí deben enfrentar la codicia de los hermanos Cardales y ayudar a Flor de Agua Barú a recuperar para sus habitantes la casa de las treinta y dos ventanas.
Los escritos de este autor están impregnados por un halo de fantasía y ternura que hace de su lectura una experiencia entrañable y placentera. Sus protagonistas personifican la bondad, el valor, la esperanza y la firmeza, cualidades que les permiten enfrentar los más duros contratiempos y a sus tenaces y malvados enemigos, que a su vez representan la ambición desmedida, la violencia y la perversidad.