Han pasado ochenta años desde que La Revolución Guatemalteca fue publicado por primera vez. Esto no lo hace un libro viejo, al contrario, su vigencia es incuestionable. En sus páginas aún pueden percibirse la emoción y la pasión de Luis Cardoza y Aragón por conocer, entender y explicar lo sucedido en este suceso histórico que transformó el rumbo del país y que fue interrumpido violentamente.
A pesar de lo dolorosas de algunas páginas, este texto es un homenaje a la esperanza y al espíritu de cambio y revolución que palpita en cada nueva generación. Es un libro dedicado a los campesinos, obreros y estudiantes
muertos. El autor desmenuza nuestra relación con Estados Unidos, el papel de la burguesía guatemalteca, el feudalismo, y critica a un ejército de ocupación en su propia patria. En esta Banana Republic, país de la eterna
tiranía, el autor nos recuerda que la obligación de resistir nunca ha sido más definida ni necesaria.
Cardoza y Aragón busca contribuir a cambiar la realidad de un pueblo famélico y nos recuerda que “La libertad hay que ganarla minuto a minuto. Hay que defenderla con los dientes y los sueños”.