Se puede considerar esta novela como la obra cumbre de Victor Hugo. Nadie podría negar que contiene un clamor lleno de protesta y rebeldía en contra de las arbitrariedades de una ley que algunos jueces aplican mecánicamente, sin fijarse en las implicaciones éticas que necesariamente surgen al hacerlo. Es imposible no conmoverse ante las vivencias de un valiente y audaz Jean Valjean, que solamente busca una forma de normalizar su atribulada vida y dejar atrás un pasado cuya sombra lo persigue tenazmente. El escritor nunca escondió su voluntad de transmitir valores sociales a través de sus obras, pero si hoy se le recuerda es por que pudo escapar al panfleto tan propio de la literatura ideológica. La profundidad psicológica de sus personajes y el retrato de toda una sociedad fue su entrada a la historia de la literatura, una historia que lo cautivo tanto como la política.