Resulta imprescindible que los más pequeños desarrollen una serie de pautas que les permitan avanzar en sus estudios. Por ello, este libro pretende entrenar tanto a maestros como a progenitores en el arte del aprendizaje, mostrando los pasos que los estudiantes deben seguir para evitar el temido fracaso escolar.
En este manual se exponen, entre otros temas, qué tipo de control deben ejercer los padres sobre sus hijos en el momento de estudiar y completar las tareas escolares, cómo unir el estudio con la diversión, cuándo hay que premiar o castigar los diferentes hábitos de estudio, etc.
Y es que los chavales tienen que tener muy claro desde el primer momento que los libros son nuestros amigos; por eso, suspender no es cosa de tontos, sino de vagos.